4 jul 2018

Taxis eléctricos serán el primer paso para tener un transporte público libre de contaminación en Santiago


En diciembre, 200 buses eléctricos del Transantiago y 60 radiotaxis serán la piedra fundacional de la electromovilidad en Chile.

La electromovilidad avanza en el mundo a pasos agigantados. Y Chile, al menos en los anuncios, no se queda atrás: ayer se presentó en el Parque Forestal la que será la primera flota de taxis eléctricos que transitarán por Santiago.

La iniciativa, que nació de una mesa interministerial de las carteras de Transportes, Energía y Medio Ambiente, será, junto a los 200 buses eléctricos que llegarán a fin de año, la piedra fundacional del transporte eléctrico público en Santiago.

“Este año y los próximos serán históricos. Tras exitosos pilotos, estamos concretando la incorporación de 60 taxis eléctricos en la Región Metropolitana”, decía ayer la ministra de Transportes Gloria Hutt. A su lado, además, estaba la ministra de Energía, Susana Jiménez, y la intendenta Karla Rubilar. Y tras ellas, cuatro vehículos eléctricos enchufados a un tótem que hace las veces de ‘electrolineras’’ en pleno Parque Forestal.

La modalidad de los vehículos será de radio taxis, y los operadores que se adjudicaron la licitación tienen como plazo límite marzo de 2019 para tener toda su flota operativa. Varios de ellos, eso sí, afirman que sacarán sus autos a la calle varios meses antes.

“Como país nos fijamos de aquí al 2050 tener el 100% del transporte público con electromovilidad”, afirmó Rubilar, agregando que “el gobierno regional está cambiando la circular 33 para que los vehículos adquiridos con fondos del gobierno regional, sean eléctricos y, en adelante, las postulaciones de las municipalidades tendrán que cumplir lo mismo”, puntualizó.

La flota de taxis, aunque pequeña, se unirá a los 200 buses eléctricos que llegarán este año a Chile y que serán parte del nuevo corredor eléctrico de la Avenida Grecia. Según explicó la ministra Hutt, las máquinas embarcarán a principios de octubre y, luego del proceso de cableado y acondicionamiento, saldrán a la calle en diciembre. A eso, además, se agrega la licitación en marcha que sumará 100 autobuses eléctricos en Valparaíso y 25 en San Antonio.

Flanco abierto
Si bien la realidad dicta que un auto eléctrico puede llegar a costar cuatro veces más que uno diesel, los fabricantes hacen promesas de buen augurio. En la último Salón Internacional del Motor, en Ginebra, productores como Volkswagen dijeron que en 2020 estarían en condiciones de igualar los precios de uno y otro.

Así también lo corrobora la ministra Hutt, diciendo que el costo de traer buses eléctricos se redujo un 20% desde que comenzó el nuevo Gobierno (cinco meses).

El mercado en Chile, no obstante, sigue siendo ínfimo: los cinco modelos más vendidos sumaron apenas 124 ventas en 2017. Por lo mismo, la flota de buses y taxis es un gesto no menor.

Si se considera que un vehículo eléctrico impide la liberación de tres toneladas de CO2 y la quema de 1.300 litros de gasolina, la iniciativa gubernamental evitará la liberación de unas 780 toneladas de CO2 y 338 mil litros de petróleo al aire santiaguino por año.

“Espero que se incluya una batería de políticas estatales para que esto no sea un acto fallido”, dice Javier Cid, que con su empresa Ingtramet se adjudicó 25 autos de la flota de taxis. Y da un ejemplo: “La electromovilidad se potencia en los países donde el Estado toma la iniciativa. Ahí tenemos a Noruega, que ya alcanzó un 49% de participación de autos eléctricos en su parque automotriz”.


Es tal el ejemplo del país nórdico que, aún siendo productor de petróleo, se impuso dejar de vender vehículos diesel en 2025. Algo similar, aunque menos ambicioso, ocurre con Francia, que fijó su fecha límite para 2040.

“Hoy China subvenciona tanto la manufactura como la compra de vehículos dentro de su país en un 50%. Y como nosotros tenemos litio y cobre, sin duda estarían interesados en participar en nuestro desarrollo de la electromovilidad; es cosa de hacer un proyecto serio”, propone Cid.

Rodrigo Sánchez, director de Movilidad Sustentable de Engie, el grupo que se adjudicó la mitad de la flota de taxis, explica que cada auto tendrá una autonomía superior a los 200 kilómetros. Dicho eso, plantea que el desafío, pensando en los autos particulares, es trabajar en la infraestructura de carga, o “electrolineras”.

“A diferencia del auto diesel, (el eléctrico) se carga cuando está estacionado. Eso implica que ojalá en todos los lugares donde haya estacionamiento, sean públicos o privados, tengamos puntos de carga. Lo mismo para el hogar. Nosotros contamos con una red de 28 puntos de carga en Chile y esperamos llegar a 100 en 2019”, cierra. 


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